Era el culmen de la Gigantes MiniCup. El primer torneo organizado por Gigantes del Basket llegaba a su colofón final en la Movistar Academy de Magariños con las espadas por todo lo alto entre Sabadell y Joventut. Madrid y Guadalajara vibraron en paralelo durante varios días para presenciar el gran momento, el enfrentamiento definitivo en la pista de la cantera de Movistar Estudiantes donde los dos equipos más brillantes, sólidos y competitivos se batirían en duelo por el primer título de campeón de la Gigantes MiniCup. Un duelo interesante, repleto de emoción, con familiares y amigos entregados en las gradas, que se decantó de lado del club de Sabadell (53-51), tal como ocurría también en el Pabellón San José de Guadalajara con su equipo femenino, para convertir al Sabadell BQ Vallés en el primer campeón —por partida doble— de la historia.
Se respiraba la tensión en el ambiente. Sabadellenses y baloneses calentaban y se concentraban, minuta antes de que el enfrentamiento más importante de sus jóvenes carreras diese comienzo. Empezaba la lucha en Magariños. El silbato del árbitro marcó el inicio de la final, y desde el primer momento, la intensidad en la cancha fue palpable. Ambos equipos salieron a dar el máximo, intensos y combativos por cada rebote y disputa.
Alevines, sí, pero los mejores de la Gigantes MiniCup. Esto aseguró que la rapidez, el acierto, la agilidad y el manejo estuvieran presentes en el intercambio de canastas entre Joventut y Sabadell. A medida que el duelo avanzaba, cada posesión se volvía más crucial y las energías, ni el parqué ni en las gradas, decrecían.
Siempre con unas diferencias mínimas que mantenían el tanteo igualado, el Joventut logró abrir una pequeña brecha antes de encarar el descanso. La ‘Penya’ aventajó en 5 puntos (23-28) al club de Sabadell y parecía que tenían más posibilidades de terminar siendo campeones.
Nada más lejos de la realidad. El Sabadell demostró una fortaleza física y mental impropia en jugadores tan jóvenes y volteó el marcador. Los sabadellenses recuperaron la ventaja hasta ponerse por delante. Cuando llegó el final. El árbitro pitó y el Sabadell, mientras su femenino festejaba en Guadalajara, también era campeón masculino.
Las finales de la Gigante MiniCup fueron un espectáculo inolvidable que encapsularon la emoción y la pasión por el baloncesto. Unos ganaron, otros cayeron; algunos celebraran efusivamente, mientras otros se lamentaban, seguramente pensando que una de las grandes oportunidades de su carrera profesional se acababa de escapar. Meses de preparación y concentración que podrían suponer, quién sabe, el primer paso de una carrera legendaria para muchos de los jóvenes. Pero sí algo está claro es que la Gigantes MiniCup solo ha sido el principio de algo mucho más grande; está claro que el baloncesto alevín tiene más futuro que nunca y que la experiencia de la Gigantes MiniCup será una fuente de inspiración para futuras generaciones.
Resultados, clasificaciones y toda la info en la web oficial del torneo
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