NBAEstás viendo//Por qué los Boston Celtics pueden ser la próxima gran dinastía de la NBA: amenazas y fortalezas
Por qué los Boston Celtics pueden ser la próxima gran dinastía de la NBA: amenazas y fortalezas

Por qué los Boston Celtics pueden ser la próxima gran dinastía de la NBA: amenazas y fortalezas

Los Boston Celtics ganaron el anillo hace una semana, poniendo fin a 16 años de espera. Y ya están pensando en el siguiente.

Al ganar el título, en 2023, Calvin Booth, general manager de los Denver Nuggets, lanzaba balones fuera al ser preguntado por un posible segundo título consecutivo. “El objetivo es maximizar la ventana competitiva con Jokic y Murray” aseguraba durante la semana de celebraciones en Denver. Esta semana fue el turno de Boston, quienes tras 16 años de espera, por fin pudieron levantar el banner 18 de la franquicia y el mensaje era muy distinto. Joe Mazzulla explicaba en el pódcast de Zach Lowe que desde que ganaron el anillo, ya están pensando en el siguiente. Y los Celtics buscarán la manera de ser el primer equipo desde los Warriors de Kevin Durant y Steph Curry en repetir título. Pero la duda es clara: ¿pueden convertirse en la siguiente dinastía?

A favor está la construcción de la plantilla, el trabajo realizado por Brad Stevens y el resto de la gerencia para poner en un mismo vestuario un equipo imparable en la temporada. La edad de sus dos estrellas, entrando en su pico competitivo, o de Joe Mazzulla, de apenas 35 años, invita a pensar que estos Celtics pueden seguir ganando por los siguientes años. En contra, la edad de Jrue Holiday (34) y Al Horford (38), el estado físico de Kristaps Porzingis y sobre todo, el nuevo convenio colectivo. Porque un equipo de este nivel no es barato, algo que saben los Warriors por ejemplo; pero si el resultado es ganar el anillo, no hay propietario en la liga que no esté dispuesto a pagar como bien saben, otra vez, los dueños de Golden State.

Los Celtics tienen a sus ocho jugadores de rotación con contrato para, al menos, un año más El único pendiente es Sam Hauser, con quien la franquicia tiene una opción de equipo por dos millones de dólares que evidentemente ejecutarán. El campeón volverá en 2024/25 con Jaylen Brown y Jayson Tatum, a quien le ofrecerán un supermax este verano (∼$315 por cinco años), Kristaps Porzingis y Jrue Holiday, que firmaron extensión durante la temporada, Al Horford y Derrick White. El escolta está también pendiente de lograr un nuevo contrato, con solo un año más, y la opción de firmar por casi $127 millones y cuatro temporadas más. Ellos siete y Payton Pritchard seguirán de verde. El núcleo que levantó el banner al completo vuelve con un objetivo claro, el siguiente título. Repetir el anillo.

Más | Los Boston Celtics se proclaman campeones de la NBA: Fin a la sequía y conquistan su 18º anillo

Solo hay tres jugadores en la plantilla que sean agentes libres, y todos ellos son piezas sustituibles en pista — aunque quizá no tanto en el vestuario. Xavier Tillman, por quien Boston traspasó en febrero en el deadline, y un Luke Kornet que se ha convertido en componente clave para el buen ambiente, deberían ser las dos prioridades. El tercer agente libre sin restricciones es el ucraniano Svi Mykhailiuk, quien ha sonado para jugar en Euroleague el próximo año. Hay dos jugadores más que podrían ser agentes libres: el canadiense Oshae Brissett, con opción de jugador, y Neemias Queta, a quien los Celtics convirtieron de two-way a estándar a final de curso. Si quiere, Boston puede retenerlos a todos. Aunque podría intentar mejorar incluso la plantilla un poco más.

Aunque tendrá pocos recursos para hacerlo. Una plantilla tan cara asegura que los Celtics, con cinco jugadores cobrando por encima de los $20 millones, estén por encima del segundo apron. Esa nueva regulación que la NBA añadió al CBA en abril del curso pasado y que desde este julio empezará a ahorcar las opciones de los equipos para mejorar sus plantillas. Boston, como el resto de franquicias por encima de esos $189 millones, estará restringido a la hora de usar cualquier excepción de agente libre, y solo pueden traer nuevas caras con el mínimo de veterano. Además, a la hora de hacer traspasos, no pueden incluir dinero en efectivo, no pueden sumar salarios ni recibir más dinero del que envían. Y por ahora, su ronda del draft de 2031 ha quedado congelada, entre otras cosas.

El plan A es mantener el proyecto. Brad Stevens entendió a la perfección hacia donde iba la NBA con el nuevo acuerdo y supo adelantarse por meses a las legislaciones de control financiero. Las llegadas de Porzingis y Holiday vía traspaso, una vez aprobado el CBA, le permitieron ya conseguido el jugador firmar extensiones con ambos. Porque ahí sí que no hay límite, a la hora de renovar a tus propios jugadores. Si hay sanción, el impuesto de lujo que se ha vuelto todavía más exigente, y por el que los Celtics han pagado este año $41.3 (y $69.1 el anterior). El año que viene, por ser el tercero seguido, y desde entonces a los Celtics se les considerará repetidores y la multa se disparará — y se espera que en 2026 sea de casi $200 millones.

Escucha NBA House, el podcast de Gigantes

La diferencia entre Boston y el resto de equipos por encima del segundo apron es que los Celtics han mantenido casi todas sus rondas, algo que Suns, Timberwolves o Clippers no pueden decir. Herramientas que pueden ayudar a conseguir jugadores económicos y con contratos largos, o incluso edulcorar traspasos por jugadores más atractivos. Jordan Walsh, pick del pasado año, jugó toda la temporada en la G-League, pero acabó teniendo minutos en las finales ante Dallas en la paliza del cuarto partido. Con ellos, Boston se garantiza continuidad también en el fondo de armario y la duda sigue siendo la misma. ¿Hasta dónde están dispuestos a invertir los dueños de la franquicia?

Wyc Grousbeck, el propietario mayoritario de los Celtics, es uno de los dueños menos ricos de toda la liga. Compró la franquicia junto a un grupo de accionistas, más de 20, por algo más de $360 en 2002. Ellos pusieron el dinero y Wyc prometió gestionar el equipo, y dejó una frase para el recuerdo. “Esto no es sobre un porcentaje o retorno de inversión. Se nos pagará en celebraciones”, y por ahora llevan dos desde su llegada. También, en esos 22 años desde que Grousbeck se hiciera cargo de los Celtics, la franquicia ha pasado de valer algo más de medio millón, con la inflación, a casi cinco mil millones. Y la valoración es de antes de ganar el anillo o firmar el nuevo acuerdo de televisión (o la tarifa de expansión por las nuevas dos franquicias).

Los Warriors, por ejemplo, pasaron de valer $750 millones en 2014, a más de siete mil millones tras el cuarto anillo de la dinastía. Por el camino pagaron casi $700 millones en impuesto de lujo, porque eso es lo que vale una dinastía. Y al contrario que Denver, que perdió a Bruce Brown Jr y Jeff Green el primer verano, y podría hacer lo propio con Kentavious Caldwell-Pope este, los Celtics vuelven con todo. Y quieren empezar la próxima gran dinastía de la NBA.

El Panathinakos, campeón de la Euroliga trece años después. El equipo griego, liderado por el entrenador Ergin Ataman en la banda y el base Kostas Sloukas en la pista, batió en la final de Berlín’24 al Real Madrid. Vivinos la Final Four desde dentro y ofrecemos interesantes perfiles de estos dos protagonistas y Juancho Hernangómez. Batacazo del Real Madrid cuando mejor pintaba. También ponemos el foco en el éxito del Valencia Basket femenino con su triple nacional (contrapartida). La milagrosa canasta de Gracia Alonso de Armiño que clasificó a la Selección 3×3 para los Juegos Olímpicos. Entrevistas con Rubén Burgos, Iyana Martín y Pablo Pin. Ascenso del Leyma Coruña; descenso del Obradoiro.

 

Deliza hacia abajoSigue deslizando hacia abajo para ver más contenidos
Desliza hacia abajoSigue deslizando hacia abajo para ver más contenidos
Cargando el siguiente contenidoEspera un momento por favor :)